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Sad and beautiful world, de Mavis Staples

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DISCOS

«No solo conserva su excelente voz, más cruda que entonces, sino que su espíritu combativo permanece intacto»

 

Mavis Staples
Sad and beautiful world
ANTI / PIAS, 2025

 

Texto: XAVIER VALIÑO.

 

Si alguien tiene derecho a hablar sobre el estado del mundo, esa es Mavis Staples. Su compromiso se remonta al Movimiento por los Derechos Civiles, varias décadas atrás, cuando formaba parte de The Staple Singers, el grupo familiar que prácticamente se convirtió en la banda oficial de aquella causa. Desde entonces, el mundo se ha vuelto aún más sombrío, como atestigua en su brillante nuevo álbum, Sad and beautiful world (Triste y hermoso mundo), un título que nadie como ella, a sus 86 años, se ha ganado la potestad de entonar para alertarnos.

No solo conserva su excelente voz, más cruda que entonces, sino que su espíritu combativo permanece intacto. Aquí, como en la serie de canciones que Johnny Cash grabó en sus últimos años con el productor Rick Rubin, Mavis interpreta composiciones de otros músicos, impregnando esas canciones de un profundo significado político en buena parte. En esta ocasión trabaja junto al productor Brad Cook (Bon Iver, Nathaniel Rateliff) y un selecto grupo de fans que la apoyan profundamente, como Buddy Guy, Bonnie Raitt, Jeff Tweedy, MJ Lenderman o Justin Vernon.

Qué decir del repertorio elegido, con temas de artistas como Tom Waits, Curtis Mayfield, Leonard Cohen, Kevin Morby, Eddie Hinton o Mark Linkous (Sparklehorse). Sin ir más lejos, el tema titular, de este último, puede partir el corazón de cualquiera que oiga su delicada, respetuosa y pasional interpretación. Algo parecido provoca “We gotta have peace” (“Debemos tener paz”), el clásico de Curtis Mayfield que sirve para clamar por algún atisbo de esperanza.

El disco se abre con el blues destartalado de “Chicago”, de Tom Waits, anhelando una existencia mejor en otro lugar, acompañándose de la guitarra rasposa de Buddy Guy: «Dejar todo lo que hemos conocido / Por un lugar que nunca hemos visto / Quizás las cosas sean mejores en Chicago». “Beautiful strangers” se mueve en aguas más tranquilas, aunque la letra no es menos conmovedora: «Si derriban la puerta y vienen ahora / Piensa en los demás, sé su escudo / Soy lo que ellos no son».

El ritmo relajado marca la pauta en el resto del álbum. “Hard times” insta a la resistencia contra la agroindustria. “Everybody needs love” subraya lo que todos sabemos, que nadie puede lograrlo solo, mientras que “Anthem” es una sombría denuncia de la hipocresía piadosa. Y el solemne himno góspel “Godspeed” nos anima a mantener la esperanza: «Este amor nos sostendrá cuando nos cieguen los ojos / El silencio en los oídos, la oscuridad de la mente». Es Mavis, la tenaz y hermosa consciencia del estado de las cosas, hipnotizando desde su experiencia.

Anterior crítica de disco: Uh oh, de Patrick Watson.