EL RITMO DE LA SEMANA

«Menudo plan macabro tenía diseñado el 2025 para despedirse. Menudo fundido a negro en nuestro rock»
Sara Morales, en su columna de los lunes, El ritmo de la semana, aborda la oscuridad en la que se ha sumido el rock estos últimos días con los fallecimientos de Jorge “Ilegal” y de Robe Iniesta.
Una sección de SARA MORALES.
Hoy os tendría que estar hablando de Klaus Nomi, aquel músico alemán con semblante de mimo galáctico al que le dio por la ópera punk conquistando a Bowie. Justo se cumplen cuarenta y seis años de su actuación juntos en el programa Saturday Night Live, interpretando mano a mano “The man who sold the world” y regalándonos uno de los momentos musicales más legendarios que se conservan, por innovador y por vanguardista. Por único.
Y también de los Goonies, que han vuelto a los cines con la misma fuerza de su primera vez, para celebrar las cuatro décadas que ya contamos desde que llegaran al mundo en su barco pirata. O de El resplandor, de Stanley Kubrick, que un 19 de diciembre, de hace ya cuarenta y cinco años, se estrenaba en nuestro país. Maldito Jack Torrance. Maldito pasillo. Malditas gemelas vestiditas de azul.
Sin embargo, la actualidad —maldita ella también— de estos últimos días tan oscuros y fríos lo ha ensombrecido todo, nos ha fulminado. Ha pasado por encima arrasando, arrollándonos sin piedad, implacable, devastadora. Dejándonos huérfanos de un plumazo de dos de nuestros genios más queridos y necesarios a la hora de comprender nuestra cultura, nuestro carácter… A la hora de comprendernos a nosotros mismos, incluso, porque con ellos hemos crecido y nos hicimos mayores. Y esto hay que digerirlo.
Más allá de la urgencia informativa de los primeros instantes y el desasosiego popular, más allá del viraje mental en recuerdos y palabras para honrar a Jorge “Ilegal” y a Robe como merecen —a sabiendas de que nunca llegaremos a la altura de todo lo que nos han dado— es necesario sentarse un momento y pensar, dejarse sentir. Porque la vida, que corre tanto que ahoga, y la muerte, que despiadada no perdona, han decidido cebarse con nuestra música en estos confines del año y de qué manera. Menudo plan macabro tenía diseñado el 2025 para despedirse. Menudo fundido a negro en nuestro rock.
Menos mal que en este mundo nuestro (y vuestro), el del rock, sin ser especialmente endogámico, aunque sí ciertamente familiar, todavía han quedado fuerzas para celebrar los cuarenta años de Ruta 66, revista amiga y testigo de la historia sonora de nuestro país que, a la vista está, seguimos escribiendo juntos cada día.
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Anterior entrega de “El ritmo de la semana”: Refugiarse en las montañas con Frank Sinatra y John Lennon.

