LIBROS
«Sobre todo habla de un hombre, de sus ilusiones y sus triunfos, de sus pequeños fracasos, de cómo la vida cambia en un segundo»

José Ramón Pardo
“… Y también sé montar en bici”. Una autobiografía sonora
RAMA LAMA MUSIC, 2025
Texto: CÉSAR PRIETO.
Cuando uno lee las memorias de José Ramón Pardo, se da cuenta de que ha hecho de todo, pero también de que cada avance profesional o cada cambio de rumbo —excepto su decisión de dedicarse a tiempo completo al periodismo musical— viene acompañado de un «yo no quería». Pues no está mal todo lo que le vamos a resumir para no querer. Todo esto se llama “síndrome del impostor”, el que le asalta en la Marcha Verde en medio de periodistas de guerra, al presentar festivales de jazz o en la creación de una radio que solo emite copla. Y uno piensa que le ha ido tan bien que a lo mejor los impostores son los otros.
Son unas memorias contadas a cuatro manos, más bien redactadas y ordenadas a cuatro manos, las suyas y las de Bernardo Solís, periodista en medios de su Asturias natal. Uno no se explica por qué, puesto que si alguien ha escrito miles y miles de artículos, libros, textos para carátulas de discos, columnas o fascículos es el señor Pardo, como va contando en las páginas de este libro, cuyas coordenadas estructurales se inician en setiembre de 1975, cuando su carrera da un volantazo al cubrir la ejecución de Ángel Otaegui, uno de los últimos ejecutados por el franquismo, para la revista Blanco y Negro, y actúa como periodista de raza saliendo a la calle a buscar la información que el franquismo escondía. Lleva años en ABC, acompaña a los Reyes en sus viajes, está bien pagado, pero lo deja todo por el periodismo musical.
Todo se ve trufado de anécdotas e historias, la de su relación tambaleante con Julio Iglesias, de Serrat, a quien llevó por primera vez a Madrid en 1966. La plana mayor de los años sesenta aparece en el libro, no solo músicos sino también directores de cine o actores.
Sus años anteriores se encajan cuando el libro lleva ya un largo recorrido. Nace en Gijón, pero su padre —ingeniero naval—, viaja mucho, así que recala con sus hermanos, que llegarán a ser diez, en Madrid, donde estudia Periodismo, tras abandonar Filosofía y Derecho. Con su primer grupo, Los Teleko, graba con un primo al que hace venir de Mallorca. Se llamaba Juan Pardo. De hecho, a José Ramón le ofrecieron entrar en Los Brincos, pero declinó la invitación.
Viajero infatigable, a veces por cuenta propia, a veces por la ajena, es invitado a ver —mientras hace guardia en El Pardo como periodista por si muere el dictador— en Londres a un chaval que le dicen que va a ser la nueva estrella del rock, se llama Bruce Springsteen. Va y vuelve. También se cuela en los estrenos de David Bowie o Roxy Music. Y viajes a Miami para celebrar el éxito de Fiebre del sábado noche, y a las Bahamas, y uno accidentado a Alemania, y a Hawai… ¡Qué no habrá recorrido este hombre!
Todo en su vida parece una enorme casualidad. El entrar en Radio España para llevar un programa de folk, el ser guionista de Aplauso durante todas sus temporadas, la fundación de Radiolé… Incluso su paso por la Universidad, donde da varios cursos, incluso para vendedores de El Corte Inglés.
El capítulo más atrayente para el coleccionista es el que cuenta la fundación del sello Ramalama, que queda estragado porque José Ramón anda muy dolido con un socio que lo traicionó y se olvida de contar otras anécdotas, que seguro que las hubo. En todo caso, la lectura del capítulo merece hacerse sin el sombrero puesto y musitando gracias, miles de gracias, millones de gracias, por volver a poner en nuestras manos tantas canciones maravillosas que se habían olvidado o estaban perdidas.
Fíjense de cuantas cosas habla el libro, de estas y de muchas más, con el telón de fondo de todos los cambios sociales y políticos que se han producido en el país en los últimos ochenta años, pero sobre todo habla de un hombre, de sus ilusiones y sus triunfos, de sus pequeños fracasos, de cómo la vida cambia en un segundo. Un hombre que, al fin y al cabo, ha marcado la música de este país durante muchos años.
–
Anterior crítica de libros: A solas con Betty Boop, de Raúl Núñez.

