
«La dulzura es la imagen que ha tenido siempre la gente de mí. Pero yo tengo carácter, mucha personalidad, soy muy extrovertida. No soy nada tímida»
Jeanette celebra sus cincuenta años de carrera con una gira que la llevará a recorrer el país lo que queda de año y en 2026. Medio siglo de canciones, como “Soy rebelde” o “Porque te vas”, que ya forman parte de nuestra historia sonora y que César Campoy rememora de su mano en esta charla.
Texto: CÉSAR CAMPOY.
Foto: FABIÁN MORASSUT.
Se muestra eufórica y un tanto abrumada ante la repercusión del anuncio oficial de la denominada como Gira 50 Aniversario: «¡Estoy mareada!», sentencia entre contagiosas risas. «El otro, día, veintiséis entrevistas en una sola jornada. Desde entonces, no he parado. Pero, bueno, hay que promocionar la gira. Estoy acostumbrada, pero te he de confesar que, ni tan siquiera en mi época más álgida hice tanto. Hoy en día hay muchos medios, muchos canales de televisión… no me quejo». Lo bien cierto es que Jeanette, desde hace varios años, no se había bajado de los escenarios. Eso sí, este proyecto suena mucho más continuo y ambicioso. Ella asegura estar «muy sana, muy bien de voz», ante el reto que supone defender un repertorio que ya forma parte de la banda sonora de nuestras vidas, en una tournée que, como mínimo, le llevará un año.
Háblame, por favor, de esta gira de 50 aniversario. ¿Qué supone, en cuanto a filosofía y puesta en escena? ¿Se trata de un punto y seguido renovado? Porque tú seguías subiéndote a los escenarios, tanto en España, como en América.
Fíjate: la gira comienza el 19 de diciembre, y hasta finales de 2026 hay una cantidad importante de fechas firmadas. El 14 de diciembre del año que viene, por ejemplo, ya tenemos cerrado el Movistar Arena de Madrid. Como comentas, yo siempre he estado en los escenarios. Este proyecto parece estar dirigido a espacios un poco más exclusivos: el Palau de la Música de Barcelona, el Cartuja Center de Sevilla… Hemos montado una banda maravillosa, una puesta en escena con efectos de luces muy bonitos. Voy a cantar todo lo que la gente quiere escuchar: “Soy rebelde”, “Porque te vas”, “El muchacho de los ojos tristes”… Hasta ahora llevaba un repertorio diferente para España y para América; esta vez va a ser el mismo. Y habrá invitados especiales.
Buena parte de la nómina de los espectáculos Entrañables 60 y Mágicos 70 estáis en plena forma: Tú; Micky, rodando y grabando; Lorenzo Santamaría inmerso en una gira interminable desde hace varios meses… Añade a esto, formaciones como Fórmula V, girando sin parar, también, desde hace años. ¿Cómo valoras este renacer de artistas míticos?
Todo aquello comenzó con Entrañables 60, en 1991, gracias a la COPE. En ese momento, la mayoría de artistas de nuestra época ya estaban retirados. Y al ver el éxito que obtuvimos, algunos de ellos decidieron regresar. Aunque hayan pasado muchos años desde que comenzáramos, muchas de nuestras canciones siguen vigentes. Y no solo te hablo de gente mayor, sino de personas más jóvenes. Mis canciones, sin ir más lejos, llevan un tiempo siendo recuperadas por artistas actuales. Esas personas quieren ver sobre el escenario al artista original que cantó aquellos temas. Te hablo de mí, de Lorenzo, de Micky… ¡que Micky sigue estando hecho de goma! Es un showman total. Muy grande.
Como comentabas, en muchas ocasiones son las nuevas generaciones las que os están haciendo justicia, reivindicando figuras de la historia de nuestra música que, en otras épocas, incluso llegaron a ser denostadas. En tu caso, actuación en el Sonorama, tributos de incontables bandas, artistas como Javiera Mena, Albert Pla, Sidonie, Aitana, Bumbury o Amaia reivindicando tu obra… ¿Cómo analizas esta conexión con nuevas generaciones?
Los indies me adoran. Estos artistas jóvenes me tienen mucho aprecio. El otro día me dijo Bisbal que va a grabar “Frente a frente”. Y Selena Gómez ha grabado una revisión de “El muchacho de los ojos tristes”. Me quieren, y eso me hace ilusión. Hace poco estuve en el desfile de Carolina Herrera, que utilizaron uno de mis temas [“Porque te vas”], y se me acercó Amaia y me dijo que tenía muchas ganas de conocerme. Esas canciones que yo grabé son muy buenas, y las canciones muy buenas siempre perduran. Y siempre habrá alguien que quiera versionarlas, y llevarlas a su territorio. Juan Valderrama llevó a su estilo el “Por qué te vas”.
¿Te sientes modelo o referente de alguna generación?
De la mía, sobre todo. Soy de la época de Françoise Hardy, de Sylvie Vartan, aunque es verdad que ellas comenzaron antes.
Y de artistas de épocas posteriores. También se ha hablado de ti como fuente de inspiración de estilos como el Sonido Donosti.
Sí. Me lo han dicho muchas veces. Es un placer haber sido un modelo para artistas de todas las generaciones.

«Cuando comencé en esto de la música mis canciones eran muy diferentes a lo que se estaba haciendo en España en aquel momento»
Habrá a quien no le cuadren las fechas porque, si no me equivoco, tu carrera, oficialmente, se inicia en 1966, cuando apenas eres una quinceañera…
Un poco después. “Soy rebelde” es del 71.
Correcto, pero yo me iba un poco más atrás, a la edición de aquel epé titulado Daurat oest (Edigsa, 1966), del conjunto Brenner’s Folk. Hablo de aquel bautizo musical oficial, junto a los hermanos Vytas y Haakon Brenner, Toti Soler y Jordi Barangé.
Sí. Pero yo suelo mirar, cuando pienso en mis inicios, más a Pic-Nic. En Brenner’s Folk había esos dos hermanos, que finalmente se fueron a Venezuela, se integraron otros músicos, y nació Pic-Nic. Con ellos grabé mi primer disco de verdad.
Sí, me refería a que tu estreno se produce en Daurat oest. De hecho, tu primera grabación es en catalán, el “Clara llum”.
Sí. Hay muy poca gente que sepa de ese disco, porque no llegó a ser conocido. Por eso no doy mucha importancia a Brenner’s Folk, y sí a Pic-Nic.
Pues vayamos con Pic-Nic, un ejemplo claro de tu precocidad, no solo como intérprete, sino también como compositora. Como comentabas, los Brenner salen del grupo, y nace Pic-Nic contigo, Soler, Barangé, Al Cárdenas y Doro de Mentaberry. En aquella época, tuyas son, prácticamente, todas las composiciones del conjunto, entre ellas, las bellísimas “Amanecer”, “No digas nada”, “En mis noches”, “No volverá”, “Oí tu voz”, o la mismísima “Cállate, niña”. Qué barbaridad. ¿Cuándo comienzas a componer, y qué músicas y artistas son los que te más te influyen?
¿Sabes qué pasa? Que cuando yo comencé en esto de la música, tocaba la guitarra para mí, como hobby, y compuse mis propias canciones. Y cuando llegué a conocer a Toti Soler y a los chicos de Pic-Nic, les parecieron composiciones que estaban bien, porque eran muy diferentes a lo que se estaba haciendo en España en aquel momento. Eso sí, cuando ya empecé a cantar en solitario, también con Hispavox, Trabucchelli ya tenía otra idea de por dónde debía ir. Por eso me puso en contacto con Manuel Alejandro, con José Luis Perales…
De hecho, durante tu carrera en solitario, componen para ti, Alejandro, Perales, André Popp…
El proyecto con André Popp [Tout est nouveau (Polydor, 1977), publicado en su versión española, Todo es nuevo, por Ariola] es muy bonito. Él siempre ha sido como Manuel Alejandro, pero en Francia. Un día me vio en televisión, estimó que yo cantaba con mucho sentimiento, contactó con Polydor y les dijo que quería hacer un disco conmigo. Está muy bien grabado.
Y tras Popp, también compusieron para ti gente como Ed Wilson, Julio Seijas y Luis Gómez Escolar… Durante todos esos años, ¿no echaste de menos cantar más canciones creadas por ti?
Sigo teniendo muchas canciones mías guardadas en el cajón. Bueno, si me embarcaba en proyectos de Popp o Alejandro, lo debía hacer con sus temas. Así son las cosas. Todo el mundo quiere ganar el dinero aquí. Sí, podría haber hecho un disco con canciones mías, pero así es este mundo de la música.
Cuando has compuesto, ¿qué música o qué artistas te han influido?
Hay cantantes que me gustan mucho. Sobre todo me gusta la música norteamericana. Gente como Eagles, Steely Dan… También los sonidos ingleses, italianos, franceses… como Carla Bruni. Pero no he pretendido, nunca, imitar a nadie. Yo he sido yo. He compuesto mis canciones a mi forma, y las he interpretado a mi manera. He buscado mi propio estilo, mi manera de cantar, de vestir, de moverme.
De hecho, desde muy joven, siempre has demostrado ser una persona resolutiva, con carácter y determinación. ¿Cómo llevabas aquello de la imagen angelical y, en apariencia, débil, inocente, candorosa, que se tenía de ti?
[Ríe] No soy así. Esa es la imagen que ha tenido y tiene, la gente, de mí. Esa dulzura. ¡A ver, que tampoco soy una bestia! Yo tengo carácter, mucha personalidad, soy muy extrovertida. No soy nada tímida. Lo que pasa es que, en aquella época, cuando hacías televisión, siempre había un guion: «Pues vas a caminar así, vas a mirar a la cámara a tu derecha…». Y tú hacías lo que te decían en TVE. Y mis canciones son calmadas, así que se prestaban a eso. Por eso siempre se me ha visto así. Pero, como persona soy muy diferente.

«Sigo teniendo muchas canciones mías guardadas en el cajón»
¿Cómo le afecta a una adolescente de dieciséis años conseguir una repercusión y una popularidad tan tremenda repentinamente? Porque, “Cállate, niña”, se convierte en un bombazo.
Recuerdo que, un día, iba andando con los chicos por La Rambla de Barcelona, y escuché a un grupo de jóvenes decir: «¡Mira, ahí van los Pic-Nic!». En ese instante me di cuenta de que yo era famosa. Y, nada. Simplemente pensé: «¡Qué bien!». Ni se me subió a la cabeza, ni nada. He sido famosa desde que tuve dieciséis años, y ya está. Nunca le he dado una gran importancia a este hecho. Hay mujeres que son enfermeras, secretarias, dependientas… y yo soy cantante. Sí, entiendo que soy una persona pública, pero no le doy más vueltas. Te cambia la vida, pero fui creciendo con ello y lo asumí como algo normal.
En todas estas décadas de carrera, ¿cuál ha sido el obstáculo contra el que más te ha costado luchar?
No he tenido muchos obstáculos. Bueno, donde más me ha tocado pelear es con las casas discográficas [ríe], porque, a veces, te machacaban: «¡Hay que sacar un disco ya!». Pero no puedo quejarme. Tengo que agradecer mucho, también, todo lo que hicieron por mí. Todo lo que siguen haciendo por mí, porque todavía hay discográficas que venden mi música, sigo recibiendo mis royalties, por lo que estoy muy agradecida. Pero sí recuerdo, en aquella época, cuando pasaba de un sello a otro, que el día más feliz de mi vida era cuando finalizaba el contrato [ríe]. Si hubiera tenido obstáculos y todo hubiera sido traumático y horrible, no estaría ahora aquí, cantando.
No puedo imaginarme lo que pudo suponer para ti iniciar tu carrera en solitario en Hispavox, de la mano de Manuel Alejandro y nada menos que con el dúo fantástico: Rafael Trabucchelli y Waldo de los Ríos. ¿Cómo era trabajar con ellos? ¿Qué aprendiste de ellos?
Aprendí mucho más de Toti Soler. Me enseñó mucho, mucho de la música. Trabucchelli, lo que hizo para mí es descubrirme buenos compositores, como Alejandro, Perales… Fui la primera que cantó canciones de Perales. Tengo que reconocer que yo siempre he estado muy bien arropada. Siempre he estado arropada por muy grandes músicos, como bien comentas. Gente muy especial. Y eso me ha ayudado muchísimo.
Situémonos en las sesiones de grabación de piezas que forman parte del imaginario popular, que perdurarán para siempre; en los estudios, dando vida a maravillas como “Soy rebelde” o “Porque te vas”. Esos arreglos, esa sensibilidad. ¿Una es consciente, en ese momento, de que está escribiendo un capítulo dorado en la historia de la música?
No. Nunca lo sabes. De hecho, yo pensé que con “Soy rebelde” no pasaría absolutamente nada. Con “Porque te vas”, reconozco que, una vez finalizada la grabación, me gustó mucho. Ahora, nadie, nadie, nadie sabe lo que va a pasar con una canción. En esa época, además, dependías muchísimo de la promoción que estaba dispuesta a realizar la compañía. Cuando yo grabé “Porque te vas” no pasó nada. ¿Por qué? Porque estaba saliendo de Hispavox y firmando con Ariola. Hubo un lapsus de dos años, y tuvo que ser Carlos Saura quien cogiera la canción, la incluyera en su película [Cría cuervos, 1976, Gran Premio del Jurado en Cannes], y se convirtiera en el éxito que fue, tuviera la repercusión que tuvo y sigue teniendo. Puedes grabar la canción más maravillosa que se haya existido nunca, y eso no te asegura nada.
Todo el mundo recuerda la película de Saura, pero pocas personas saben que Pic-Nic llegó a aparecer, en la gran pantalla, en un título estrenado casi una década antes. Me refiero a Agáchate, que disparan, dirigida por Manuel Esteba.
[Ríe] ¡Sí, sí, sí! ¡Con Pili y Mili! Solo aparecemos cantando. Hay una toma, en una discoteca, se ve a Pili y Mili bailar, y el grupo Pic-Nic, en una esquinita. Fuimos a rodar, y nos largamos. Creo que no llegué ni a ver la peli.
Es una película bastante… curiosa.
Mala [risas].
Sí. Muy friki. Una historia de espionaje con las Fallas de Valencia como telón de fondo.
Se rodó allí. En el puerto… No es por nada, pero la mayoría de películas de la época rodadas en España eran malas, malas, pero malas de verdad. Bajo mi punto de vista. Te voy a confesar que yo no soy nada de cine. No me atrae. De hecho, no recuerdo la última vez que fui al cine. Con la música me pasa lo contrario. Tengo puesta la música, desde que me levanto, hasta que me voy a la cama. Es más, antes de dormirme me pongo una canción suave para relajarme.

«Yo pensé que con “Soy rebelde” no pasaría absolutamente nada»
¿Eres muy selectiva para escoger la música que escuchas?
Sobre todo escucho cosas de los sesenta, setenta y ochenta. Me gusta mucho la música de mi época. La buena música de mi época. Son unos sonidos que, todavía hoy en día, se siguen apreciando.
Esas décadas están repletas de temas grabados por ti, en solitario, que fueron muy populares: Además de, por supuesto, “Soy rebelde” y “Porque te vas”, “Palabras, promesas”, “Todo es nuevo”, “Frente a frente”, “El muchacho de los ojos tristes”, “Corazón de poeta”, “Cuando estoy con él”… ¿Por qué aquella trayectoria cesó en los noventa?
La última compañía con la cual firmé era muy pequeña [Twins]. Con ella grabé el disco que comentabas que estaba compuesto por Julio Seijas y Luis Gómez Escolar [Loca por la música (1989)], y no llegó muy lejos. Había una canción ahí muy buena, “Daría cualquier cosa”, que prácticamente pasó desapercibida. Luego la grabó un artista en América, y sí que fue un exitazo.
Chayanne, un año después.
Exactamente. Fue escrita para mí. De hecho, mi versión me parece mucho más bonita, pero Twins no tenía compañía que le representara en América y eso acabó siendo un problema. Y, como te decía, después de todo aquello ya no me apetecía volver a firmar con ninguna compañía discográfica, ni tenía ganas de grabar otro disco. Seguí haciendo muchas colaboraciones, hasta hoy en día. Eso sí.
Por cierto, en el listado de esas personas que te ayudaron, sobre todo en la época de Pic-Nic, me gustaría que tuviéramos un recuerdo para Rafael Turia, que os echó una mano y, si no me equivoco, como tú componías en inglés os ayudaba a elaborar la letra en castellano.
Sí, era quien nos llevaba por entonces. Claro, mi español era muy justito, y las letras las hacía en inglés. Rafael Turia me ayudaba con la traducción de todas aquellas canciones. Y María Ostiz también nos echó una mano, en alguna ocasión.
Esas canciones de las que nos has hablado, que están en un cajón, ¿te has propuesto aprovechar esta nueva etapa para que, por fin, vean la luz?
Voy a grabar cinco singles, a dueto, con otros artistas. Pero todo está, todavía, muy verde. No hemos elegido ni los artistas ni las canciones. Así que habrá novedades.
